Sunday, August 31, 2008

Por qué el cajón

Tiempo atrás, cuando los años corrían de septiembre a julio, sábados y domingos eran días de descanso y las festividades patrias, religiosas o administrativas coloreaban el calendario, decidimos (fue idea de Jose, yo sólo lo secundé) iniciar un cuaderno "cajón de sastre".
La idea era llevar una especie de bitácora donde palabras, recortes, dibujos y fotografías, se unieran para articular nuestra visión particular de lugares y momentos especiales. Bautizamos al cuaderno "cajón de sastre" por lo ecléctico de su forma y contenido, y las libertades que el juego de palabras nos permitía. Un cajón donde todo cabe, pero donde, como le sucede al artífice del vestido, siempre se halla lo que se busca, pues hay un órden intrínseco en el desastre.
Años sin saber de nuestro"cajón de sastre". Lo dejamos como a otros tantos compañeros de camino, aguardando por nosotros en cajas en casa de mi abuela, durmiendo la peor pesadilla del libro: la de no ser leído. Nos reencontramos con la emoción de quien visita lugares de su infancia, así que finalmente volvió a nosotros privilegiado, uno entre muchos, en algún viaje de rescate, para luego enfrentarse con otra realidad. Volvió a nosotros pero sin nosotros, a ocupar un sitio en una estantería y a resignarse a no ser más que un recuerdo de otra época.
Me ha rondado la idea de rescatarlo muchas veces y ése es el motivo esencial de este blog, continuación electrónica de aquel cuaderno gigante que hoy en día nos sería tan incómodo transportar y donde hasta la caligrafía se dificultaría, acostumbrados al tecleo y a los controles.
He aquí este espacio, lugar del desastre organizado (yo me encargaré de lo primero, Jose quizás de la organización), y de la comunicación abierta. Bienvenidos a nuestro cajón.